domingo, 6 de octubre de 2013

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Ana suele decir todo el rato que Praga es una ciudad pequeña. Yo creo que no lo es en absoluto, pero que nos parece pequeña porque como vivimos prácticamente en el centro, todo está cerca. Aquí los distritos están muy bien organizados, el más céntrico es Praha 1 y según te vas alejando el número empieza a subir. Nosotros vivimos en el 2, que está muy guay, porque no te cuesta nada llegar a todas partes pero te ahorras hordas de turistas.

Y eso que en Praga puedes estar caminando por una calle inhóspita y que aparezca de súbito una catedral, cosa que mola mucho, especialmente si eres de Madrid y estás acostumbrado a no ver ningún monumento. De hecho hay una catedral increíble detrás de nuestra casa, a la que llamamos cariñosamente “catedral de Burgos” porque no sale ni en los folletos. Para que os hagáis una idea, si estuviese en Madrid, sería sin duda el monumento icónico de la capital.  Aquí pasan de ella, porque todo es bonito, todo es susceptible de ser fotografiado y todo apesta a siglos y siglos de historia.

Eso sí, es una ciudad constantemente en obras. Quizá Gallardón esté compatibilizando su trabajo de ministro con la alcaldía de Praga, no lo sé. Día tras día ves como vuelven a arreglar una acera que arreglaron anteayer. Y además las aceras son rollo calzada romana, así que observas como un grupo de siete u ocho obreros colocan piedra a piedra el pavimento. Bueno, en realidad suele haber uno poniendo las piedras mientras el resto miran qué tal va quedando el dibujo. En eso se parecen mucho a los obreros españoles.

También tenemos otro parecido notable con la sociedad checa. Yo creo que España y la República Checa tienen sociedades mucho más válidas y cultas de lo que creen. El problema es que tenemos un sentimiento de inferioridad surgido de que en algún momento de la historia nuestro país era el centro del mundo y ahora somos un mojón enorme. Aquí todo el mundo lee en el metro, hay muchísimos teatros y la gente suele ir regularmente a la ópera. Y hay decenas de pianos repartidos por la ciudad en los que la gente puede sentarse libremente a tocar. Apunta esa, Ana Bottle.

El fútbol no es el pilar que cohesiona a la sociedad, aunque les gusta mucho. Tienen sus dramas entre el Viktoria Pilsen y el Spartak de Praga, pero nada que ver con la vorágine del balón que vivimos los españoles. También televisan continuamente partidos de hockey sobre hielo, así que debe ser un deporte importante por estos parajes. Siempre que entras a un bar suelen tener puesto el canal deportivo, pero aquí la gente va a los bares a beber y a fumar, no a ver la tele. Como debe ser.

Ah, y Rafa Nadal sale constantemente en los periódicos. Insólito. Un chaval majete vendiendo la Marca España. Ahora estoy yo también. Así que ya somos dos.

1 comentario:

  1. Es una Ciudad increible! Estuve 3 meses de erasmus y sin duda volvería, de echo tengo pensau vovler a trabajar.
    Tenéis que pasaros por el parque de la estación de tranvía de Sparta, esta muy chula. Yo vivia en Praga 7.
    Disfrutar Praga y visitar pueblos de al lado, por que son increibles!!

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